A casi diez años del último gran incendio en Valparaíso, la quinta Región de Chile se ha visto enfrentada nuevamente a este tipo de desastre, pero esta vez a escala mayor. Más de 10.000 hectáreas y 15.000 viviendas se vieron afectadas por el fuego que comenzó el 2 de febrero, además de la pérdida total del jardín botánico de Viña del Mar, un emblemático santuario de la naturaleza en la ciudad.
Asi es como nuevamente la comunidad y autoridades deben comenzar el proceso de reconstrucción y reparación del sector vulnerado. Es en este momento que es de suma importancia tener en consideración los motivos que aumentaron el riesgo y esparcimiento de los incendios y volver a revisar las normativas urbanas, regularización y sobre todo educar a las comunidades sobre la prevención de riesgos, ya que muchas de estas viviendas estaban construidas fuera de norma y de manera informal.
Además del calentamiento global y sus consecuencias como las sequías, el aumento de temperaturas y de la velocidad del viento, existen factores derivados e la actividad humana que han propiciado la propagación de incendios y que podrían ser reguladas más rigurosamente para evitar futuras tragedias.
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Lecciones ante los megaincendios de 2024 en Chile- Plantaciones de bosque no-nativo: La crítica situación generada por las plantaciones de bosques no nativos, como el Pino y el Eucaliptos, destaca la necesidad de replantear las políticas forestales, priorizando la biodiversidad y la calidad del suelo. La vulnerabilidad de estas densas plantaciones al fuego subraya la importancia de equilibrar la producción con la preservación del entorno natural.
- Planificación urbana: La alta densidad de las comunidades y la construcción informal sobre cerros representan riesgos significativos que deben abordarse mediante una planificación estratégica y la implementación de medidas que reduzcan la vulnerabilidad ante incendios. La accesibilidad vehicular, esencial para la respuesta eficiente de servicios de emergencia, debe ser considerada. Además, el desnivel del terreno en esta zona provoca un efecto chimenea del viento, lo que aumenta la velocidad de propagación del fuego.
- Construcción informal: La construcción autogestionada, caracterizada por el uso de materiales livianos y la falta de asistencia técnica, revela deficiencias que podrían corregirse mediante programas educativos y subsidios que fomenten prácticas constructivas seguras y sostenibles. La correcta implementación de cortafuegos, muros de contención y el manejo adecuado de residuos y basura son aspectos cruciales que deben abordarse con urgencia.
En este contexto, surge la necesidad apremiante de no solo abordar la reconstrucción física de los sectores afectados de la región de Valparaíso, sino también de implementar medidas a largo plazo que fortalezcan la resiliencia de la ciudad ante futuros eventos catastróficos. La importancia de reconsiderar las normativas urbanas se convierte en un imperativo, no solo para corregir las deficiencias identificadas, sino para anticipar y prevenir posibles amenazas.
Con iniciativas de educación, regularización, fiscalización y subsidios podríamos comenzar a construir un futuro urbano más consciente, preparado y seguro.